Guía para la experiencia de aprendizaje “Te cuento como me siento”
Las emociones acompañan nuestras vivencias y nos impulsan a actuar o a expresar una determinada conducta. Por ello, podríamos decir que son
como el combustible de nuestras acciones. Desde los primeros años, las niñas y los niños construyen vínculos afectivos a partir de las interacciones
y cuidados que reciben de las personas más cercanas. Estos vínculos son la base para que ellas y ellos puedan expresar sus emociones y aprender,
progresivamente, a reconocerlas y regularlas. Todas las emociones son valiosas, pues comunican aspectos importantes sobre nosotras mismas
y nosotros mismos. Sin embargo, no todas las formas en las que las expresamos pueden ser adecuadas.
Para que una niña o niño pueda tomar conciencia de sus emociones, expresarlas y regularlas, necesita del acompañamiento de un adulto que
les acoja, les brinde seguridad y confianza. También, que reconozca, valore y nombre las emociones que sienten, que les dé la oportunidad de decir
cómo se sienten abriendo espacios de reflexión, diálogo y conversación para que puedan identificar y entender por qué se sienten de determinada
manera
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